Cómo lograr una buena adaptación de un gato adoptado a su nuevo hogar
- Gatites del Centenario
- 14 may
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 19 may
Adoptar un gato es una de las decisiones más lindas que podés tomar. Pero también puede ser un desafío, sobre todo al principio. Muches imaginan que el gato se va a adaptar de inmediato, que va a dormir en la cama desde el día uno o que va a buscar mimos apenas llegue. Pero la realidad suele ser distinta, y eso no significa que algo esté mal. Solo necesitás paciencia, información y empatía.
Desde Gatites del Centenario, organización dedicada al rescate y adopción de gatos en Buenos Aires, acompañamos este proceso todos los días. Y por eso te armamos esta guía para que sepas qué esperar y cómo hacer que la llegada de tu nuevo compañerx felino sea lo más armónica posible.
Entendé el contexto: para el gato, todo es nuevo (y puede dar miedo)
Los gatos son animales territoriales. Cada olor, sonido y objeto de su entorno es parte de su mundo seguro. Entonces, cuando llegan a un nuevo hogar —por más amoroso que sea— sienten que perdieron su territorio y pueden reaccionar con miedo, estrés o confusión. No es personal. No es que “no te quiere”. Es su forma de protegerse.
Esto es especialmente importante si adoptaste un gato adulto o que viene de la calle. En muchos casos, estos gatus pasaron por abandono, maltrato o cambios bruscos. Por eso, el proceso de adaptación es clave para su bienestar.

Paso 1: prepará un “ambiente base” seguro
Antes de traer al gatu a casa, prepará una habitación solo para él. Puede ser un baño, lavadero o dormitorio chico. Lo importante es que tenga:
Una batea con piedritas, ubicada lejos de la comida y el agua.
Un plato de comida y otro de agua.
Una camita o caja donde refugiarse.
Lugares donde esconderse (como debajo de un mueble o una caja de cartón).
Sin acceso a balcones ni ventanas abiertas.
No lo sueltes por toda la casa al llegar. Esto lo abruma, puede perder el control del baño o esconderse en lugares imposibles. El ambiente base le permite conocer de a poco, sentirse segurx y ganar confianza.
Paso 2: dale tiempo, no lo apures
Al llegar, abrí la transportadora y dejalo salir solo cuando quiera. Si se esconde, no lo obligues a salir. El tiempo que tarda en animarse varía según el gato: puede ser una hora, un día o una semana. Lo importante es que respetes sus tiempos.
A los humanos nos emociona la llegada y queremos abrazar y jugar ya, pero eso puede ser invasivo. El vínculo se construye desde el respeto y la constancia.
Paso 3: socializalo de a poco con vos y con el entorno
Visitá la habitación base todos los días, de a ratos, y sentate en el piso para estar a su altura. Podés leer, trabajar o simplemente estar. Que se acostumbre a tu olor y tu energía. Si el gato se acerca, podés ofrecerle comida rica (atún, paté, comida húmeda) o jugar con un plumero.
Si se muestra receptivx, podés avanzar con caricias suaves mientras come o duerme. Pero si se aleja, retrocedé un paso. No es una carrera.
Cuando lo veas más relajado, podés ir abriendo de a poco otras habitaciones de la casa, una por vez. Siempre supervisando y manteniendo su batea y platos en el ambiente base hasta que ya se sienta segurx en toda la casa.
¿Y si ya tengo otro gato?
La convivencia entre gatos necesita un proceso de presentación gradual, nunca inmediata. El nuevo gatu debe tener su habitación separada. Primero, se reconocen por olor, luego por vista (a través de una rendija de puerta), y recién después se permite el contacto directo, bajo supervisión.
La clave es que cada une tenga su espacio y recursos propios: batea, comida, rascador, juguetes. Si se pelean o hay tensión, no lo fuerces. Podés retroceder un paso y volver a intentar.
Cuándo preocuparte y qué no hacer
🚫 No hacer:
No lo obligues a salir de su escondite.
No lo levantes si no quiere.
No lo expongas a ruidos fuertes o personas desconocidas de una.
No lo retes por no usar la batea. Es estrés, no maldad.
✅ Consultá si:
No come ni usa la bandeja en 48 hs.
Tiene diarrea o vómitos persistentes.
Maúlla de forma continua y aguda.
Ataca constantemente sin señales previas de miedo.
Siempre podés escribirnos por mensaje en @gatitesdelcentenario si adoptaste con nosotres. Acompañamos el proceso y te orientamos sin juzgar.

Preguntas frecuentes sobre la adaptación
¿Cuánto tarda un gato en adaptarse a su nuevo hogar?
Depende del gato. Algunos tardan horas, otros semanas. Lo importante es respetar sus tiempos y no compararlo con otros.
¿Qué hago si no quiere comer?
Esperá unas horas. Podés ofrecerle algo más atractivo como comida húmeda. Si pasan más de 48 hs sin comer, consultá a un veterinario.
¿Cómo sé si está listo para salir de la habitación base?
Si no se esconde, come y usa bien la batea cuando entrás a su habitación, probablemente esté listo para explorar otras partes de la casa.
¿Y si no se lleva bien con el gato que ya tengo?
Separalos y volvé al proceso de presentación por olor y vista. Puede tardar semanas. No lo fuerces y tené paciencia. Es clave.
Final: adoptar es un proceso, no un acto aislado
Adoptar un gato no termina el día que lo llevás a casa. Empieza ahí. Es un vínculo que se construye con tiempo, respeto y mucho amor. No hay una única forma de hacerlo bien, pero sí hay errores que se pueden evitar si tenés la información adecuada.
En Gatites del Centenario vemos todos los días cómo gatos que al principio estaban asustados, agresivos o invisibles, terminan durmiendo en la almohada de alguien. Si vos les das tiempo, ellos te dan confianza. Y cuando eso pasa, es magia.
¿Te gustaría adoptar? ¿O estás en proceso y necesitás ayuda?
Escribinos por Instagram en @gatitesdelcentenario o visitá nuestra página para ver los gatitos en adopción. Hay uno esperándote.
Comentarios